Alma nostálgica y errante
que entre los susurros
de los veneros te pierdes
acariciando el tupido
y negro manto de la noche.
Vas hilando giros tras
el tiempo de los siglos
mecida por el viento,
hoy acá, mañana allá
entre los gemidos tenues
de los arboles en otoño.
Mientras yo te espero
sentado junto al sendero
cubierto de tomillos,
lavandas y amapolas.
21 09 2012 el campesino. J.S.L
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ResponderEliminarPrecioso poema..vuelve a escribir. Tienes un gran potencial dentro de ti y no lo ves.
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